La coordinación de Actividades Empresariales repercute económicamente y en positivo en la cuenta de resultados. La CAE, además ayuda a reducir los índices de siniestralidad en el trabajo. Aunque un efecto transversal, pero no por ello menos importante, es el de fomentar la integración de la PRL a nivel interno y externo.
No hay forma más efectiva de sacar cualquier acción adelante que la sistematizar sus procesos. La CAE sistematiza el de la gestión documental PRL. La integración de la PRL en los diferentes niveles, tanto en el interior como en el exterior, es uno de los beneficios derivados de un eficaz sistema CAE. Si la Coordinación de Actividades Empresariales garantiza el cumplimiento de las obligaciones legales es precisamente por la mecánica de trabajo que establece su correcta implantación. Esto es: una eficaz plataforma de gestión documental, validación correcta de los documentos referidos y la ayuda para que las empresas concurrentes (contratas) lo tengan fácil. Esto último garantiza el flujo de trabajo y accesos al puesto.
El sistema prospera si los actores del procedimiento incluyen mejoras más allá de las estrictamente legales. Es el caso de e-coordina y soluciones como las que desarrolla en aras de una mejora sustancial en procedimientos de información / comunicación. El proceso de mejora continua es un concepto contemporáneo. Pocas organizaciones destinan recursos a este procedimiento que pretende mejorar productos, servicios y procesos. En e-coordina es una actitud general, que se traduce en la inclusión de mejoras continuas. Estas mejoras redundan en el objetivo común y general: Reducir la siniestralidad PRL.
Concluimos pues, que la CAE incide directa y positivamente en la integración de la Prevención de Riesgos Laborales. Pero este no es el único beneficio de la Coordinación.
¿CAUSA O CONSECUENCIA?
Una compañera de trabajo, con gran experiencia en el sector PRL, me recordaba recientemente que la CAE es una consecuencia derivada de la externalización. A veces se olvida lo que fue primero y conviene recordarlo. Antes las empresas no hacían outsourcing. La tendencia de las grandes organizaciones fue la de externalizar cada vez más áreas de actividad. La CAE se convirtió entonces en consecuencia lógica de esta tendencia. Ayudaba a paliar los riesgos PRL derivados de la concurrencia de trabajadores en los centros de trabajo. La CAE no supuso un obstáculo a la seguridad. Hizo todo lo contrario, se convirtió en una solución que de forma transversal implementó otra serie de beneficios.
PROMOCIÓN DE LA PRL
Es indudable que una de las consecuencias de la CAE fue que las pequeñas empresas se tomasen más en serio las tareas preventivas. Ya no sirve con obviar u olvidar una evaluación de riesgos laborales, por ejemplo. Ya no se concibe. Ahora, si no lo hacen, no pueden acceder al puesto de trabajo. En consecuencia, las grandes empresas contratarán los servicios de pequeñas empresas que cumplan.
Mi compañera me ofreció la visión que deberían tener estas pequeñas empresas. Que cumplir y hacer CAE, lejos de ser un obstáculo, se convierte en una fortaleza a la hora de obtener contratos.