Un 40 % de los accidentes que sufren los trabajadores en la industria se produce entre los empleados de empresas subcontratadas.
Recientemente se ha celebrado en Bilbao la Feria de Subcontratación. En ésta hizo acto de presencia el Director del Instituto Vasco de Salud Laboral-OSALAN, Alberto Alonso. Alonso hizo hincapié en la necesidad de establecer un sistema de gestión de la coordinación de actividades empresariales, como informa aquí Eldiario.es
OSALAN pone de manifiesto que un 40 % de los accidentes de trabajo en la industria se produce en subcontratas. Los accidentados son los trabajadores de empresas subcontratadas que prestan sus servicios en el centro de trabajo de la empresa principal o titular.
Por otro lado, es común encontrarse en las publicaciones especializadas en seguridad y salud laboral noticias en que las empresas hacen gala de la inexistencia de accidentes en sus centros de trabajo, buscando prolongar los tiempos de carencia de accidentes de trabajo.
Estas dos situaciones parecen contradictorias y me hacen preguntarme si las empresas tienen en cuenta la accidentabilidad de los trabajadores de las subcontratas en sus estadísticas.
Cuando una empresa dice que en su centro de trabajo no ha habido accidentes de trabajo tiene en cuenta sólo sus trabajadores o también tiene en cuenta los trabajadores de las subcontratas que prestan sus servicios.
Desconocemos cual es la realidad de cada empresa. Desde el punto de vista preventivo, es claro, que debiéramos tener en cuenta todos los accidentes que se produzcan en nuestro centro de trabajo, tanto si los perjudicados son trabajadores de nuestra plantilla como si son trabajadores de subcontratas.
No cabe medir la seguridad con raseros dependiendo si los trabajadores son nuestros o son de terceras empresas, no cabe entender que a la hora de la seguridad existen trabajadores de diferentes categorías. La exigencia de las mismas medidas de seguridad a la hora de realizar las tareas, sean trabajadores propios o ajenos, ha de ser uno de los valores que deben regir el funcionamiento de todas las empresas.
Este principio debe recogerse en la política de seguridad y salud de cada empresa, debe ser aprobado e impulsado por la dirección y se tienen que establecer las correspondientes medidas de seguimiento y control de su cumplimiento.
Si desde los departamentos de compra, para la homologación de proveedores, se utilizan criterios financieros, de calidad, de cumplimiento de compromisos ,etc.. también se deben utilizar criterios de seguridad y salud laboral y dentro de estos , es fundamental el control de los índices de accidentabilidad de nuestros proveedores.
Hay que tener en cuenta el índice de frecuencia o el índice de incidencia y establecer el límite admisible, de tal forma que de superarse se desestime la contratación de la subcontrata.
Establecer unos criterios claros seguridad y salud laboral para la homologación de proveedores y hacerlos cumplir va a permitir que estas estadísticas que estamos manejando disminuyan notoriamente y que las empresas tengan en cuenta en sus estadísticas todos los accidentes.
Cuando nos planteamos como objetivo en nuestro centro de trabajo accidentes cero, deberemos integrar a nuestras contratas en el sistema. Una vez los hayamos realizado sabremos que cuando una empresa dice que en su centro de trabajo no ha habido accidentes es una realidad y no discriminará entre accidentes propios y ajenos.
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