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8 horas en la silla de la oficina son exageradamente pesadas, y es inevitable moverse por comodidad, tanto que hay quien parece más un contorsionista que un administrativo.
A todas las personas que trabajamos en oficina nos pasa, no le damos importancia hasta que el dolor aparece y nos toca visita a la clínica de fisioterapia, y seguramente sea de los riesgos laborales más fáciles de corregir.
8 horas en la silla de la oficina son exageradamente pesadas, y es inevitable moverse por comodidad, tanto que hay quien parece más un contorsionista que un administrativo.
También es cierto que nuestra formación e información con respecto a qué hacer cuando aparece el dolor, y sobre todo cómo evitarlo, es prácticamente nula (lo cual es curioso, ya que desde el colegio nos acostumbran a estar sentados en la misma posición durante horas, pero no sabemos gestionar esa posición para no perder salud).
Los estiramientos deben ser parte de nuestra rutina de trabajo, igual que bebemos cuando aparece la sed, tenemos que estirar cuando aparece el dolor.
No es una mera cuestión de salubridad, muchas bajas laborales se evitarían con una adecuada higiene postural. Tanto es así que empresas de diversos países (Nike, Apple,HBO …) han decidido hacer algo al respecto e integrar ejercicios de yoga como parte de las labores a realizar en una jornada de trabajo.
No es habitual que se decida apostar por este tipo de actividades, por lo que nos toca hacer el trabajo por nuestra cuenta haciendo estiramientos y adoptando las posturas más adecuadas posibles cuando seamos conscientes de que, tal y como estamos sentados en un determinado momento, nos duele alguna parte del cuerpo.
Posturas correctas.
También tenemos pistas sobre cómo diseñar nuestro lugar de trabajo y cómo adoptar una postura correcta:
- Saber que es “inadecuado” inclinarse-encorvarse sobre el ordenador, y el dolor de espalda nos avisa que estamos con los hombros encogidos, y la cabeza casi pegada al teclado.
- Mantener la espalda erguida, pegada al respaldo de la silla.
- Poner la pantalla frente al usuario, para evitar “torcer el cuello”, lo que va a provocar dolor a corto o mediano plazo. La línea horizontal de visión deberá coincidir con la parte superior de la pantalla, dicen los expertos.
- Los pies deberán estar apoyados en el suelo, para mejorar el retorno venoso. Ideal será ponerlos en posición de descanso, lo más extendidos posibles. Por eso los escritorios se aconseja tener abajo suficiente espacio.
- Hacer pausas activas cada 60-90 minutos, para elongar los músculos. Además de eso, los expertos hablan de efectuar “micro pausas compensatorias”, de pocos segundos, en cuanto se sienta alguna.
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