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Los suicidios han aumentado tras el confinamiento; los accidentes laborales, a pesar del parón, continuaron avanzando; el consumo de ansiolíticos se ha disparado; me refiero a que toda esta situación de la covid-19 está generando enfermedades mentales y aumentando brotes de otras que estaban, en principio, bajo control

Corro y asumo el riesgo de que me llames negacionista al preguntarme si es lo mismo morir con Covid o morir por Covid. Sin duda, las preposiciones están para algo y cambian por completo el significado de una simple frase. De esto, saben mucho los expertos en marketing para llamar nuestra atención. Morir con o morir por ¿tú qué prefieres? En mi caso preferir, preferir…, lo que se dice preferir, ni lo uno, ni lo otro. ¿Y a qué me refiero en este artículo a “morir por Covid”? Pues hay un dato muy revelador: a que los suicidios han aumentado tras el confinamiento, me refiero a que los accidentes laborales, a pesar del parón, continuaron avanzando, me refiero a que el consumo de ansiolíticos se ha disparado, me refiero a que toda esta situación de la covid-19 está generando enfermedades mentales y aumentando brotes de otras que estaban, en principio, bajo control.
No soy médico, pero ya casi todos coinciden en la estrecha relación entre los ataques al corazón y el distrés. Ese estrés que no es adaptativo y que dista mucho de parecerse a las mariposas geniales que sientes en el estómago, con tu pareja en las primeras citas. Distrés el estrés que mata, el que está detrás de otras patologías.

¿Qué podemos hacer?

¿Qué puedes hacer, que dependa de ti, para evitar morir por Covid? Haz una lista, la mente se centra mejor si lo escribes y llévala a la práctica. ¿Fácil, no? No, no lo es, pero merece la pena y por favor, se consciente de que no todo depende de ti.
No quiero morir ni con Covid, ni por Covid. ¿Lo entiendes ahora? Por eso aquí va una parte de mi lista que comparto con vosotros:

  1. Utilizar medios de protección y medidas de seguridad. (3M).
  2. 15’ de silencio diario (apago teléfonos y otros dispositivos más allá del modo avión).
  3. Cocinar mis platos favoritos con plena consciencia como en una meditación un par de veces por semana.
  4. Agradecer 3 cosas concretas que me han pasado a lo largo del día antes de acostarme (esto hay días duros que, al principio, cuesta)

 

 

Y por favor, si necesitas ayuda, pídela a personal competente y especializado. Todos la necesitamos alguna vez. Tú médico te derivará al mejor profesional
La depresión y la ansiedad son enfermedades, no lo olvidemos -no dependen de nosotros-, si bien, está confirmado que las herramientas son siempre bienvenidas en la recuperación de cualquier enfermedad y en la gestión del distrés, ese estrés que mata.

Ahora te dejo tiempo para elaborar tu propia lista.

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Imagen de Christo Anestev en Pixabay