“Quizás ese día, que sufriste una caída en altura, olvidaste ponerte el arnés porque la mente estaba fuera del momento presente.”

Llevo varios días intentando definir con palabras exactas lo que significa la palabra impulso. Mi mente lo asocia con raza, con autenticidad. Me encanta lo que va fluyendo. Ser auténtica, ser de raza, significa para mí, poder expresar lo que sientes con asertividad sin usar descalificativos, con toda la fuerza y energía que fluyen de mente y corazón . Es la energía que hace innovar, que te hace crear, que te hace crecer. Esto es justo lo que nos falta en estos momentos por agotamiento mental y por no saber gestionar la incertidumbre.

A poca gente le extrañan las palabras de un padre diciéndole a su hijo «hazte funcionario que es un trabajo para toda la vida». Nos educaron para vivir en certidumbre, buscando siempre lo mejor para nosotros.

Finalmente, he utilizado el diccionario de la RAE para comprobar que su definición se aleja de la mía. Una de sus acepciones, lo define como «deseo o motivo afectivo que induce a hacer algo de manera súbita, sin reflexionar». Quizás sea por eso por lo que no consigo definirlo con palabras. El corazón toma el mando cuando escribo.

Decisiones impulsivas

Las decisiones tomadas por impulso suelen ser calificadas de erróneas e irreflexivas. Suelen serlo. En PRL lo sabemos mejor que nadie. Pero más allá de la palabra impulso definida por la RAE existe un impulso del que os hablo en este artículo que abarca todo un mundo y le da un sentido más pleno a la vida.

Las decisiones tomadas por impulso suelen ser calificadas de erróneas e irreflexivas. Suelen serlo. En PRL lo sabemos mejor que nadie

Ese latir del corazón, cada palabra de aliento, cada palabra que remueve y desordena la conciencia, cada abrazo, cada beso, cada caricia y por qué no reconocerlo cada golpe. La vida entera es un impulso y nos empeñamos en negarlo. Pretendemos hacerla 100% racional (para mí los totales no existen). Nuestra mente agotada por la incertidumbre se empeña en racionalizar todo lo que nos sucede. No permitimos sentir —atención que no digo actuar, digo sentir— el impulso y disminuye nuestra creatividad, nuestro rendimiento y aumenta nuestro cansancio físico y mental, eso provoca accidentes laborales por falta de atención en muchas ocasiones

¿Dónde está nuestra mente?

¿Pensando en pagar la hipoteca o viviendo aquí y ahora? Quizás ese día, que sufriste una caída en altura, olvidaste ponerte el arnés porque la mente estaba fuera del momento presente. En ocasiones, estamos tan cansados y exhaustos que ocurre algo incluso peor, y es que otros racionalizan nuestra vida. Te ha ocurrido A porque hiciste B. No niego que toda acción en la vida conlleva una reacción, pero me preocupa cuando la gente cede su poder a terceros. Cada decisión tomada o no tomada tendrá una u otra consecuencia y si llegamos más allá, incluso podemos afirmar, como en el efecto mariposa, como nuestra decisión afectará a los demás.

Piénsalo un instante. Por eso, aunque la RAE define impulso como irracional e irreflexivo creo que es necesario sentir el impulso para tomar la mejor decisión, me hace sentir viva. Incluso para poder determinar que determinadas decisiones impulsivas no conviene adoptarlas en materia de Seguridad y Salud en el trabajo.  Dedícate 5 minutos al día a permanecer en silencio y poco a poco comenzarás a sentir el impulso del que te hablo. Depende de ti hacerlo o no. Es posible que cuando gestiones tus propias emociones y sentimientos te des cuenta de que necesitas poca o mínima certidumbre en todo lo que te rodea. Caer está permitido, levantarse es obligatorio.

Gracias a mi familia, por facilitarme de niña certidumbre en la comida, en el amor, -mucho amor- y techo, sin vosotros no hubiera podido ser quien soy a día de hoy. Ojalá que todos los niños y niñas del mundo puedan crecer bajo esa certidumbre para que cuando sean adultos puedan, si quieren, gestionar y gestionarse en la incertidumbre y en el caos. Aprender las reglas como un profesional y romperlas como un verdadero artista.

Raquel Baños Linares