E-coordina

El número de trabajadores autónomos que cotizan voluntariamente para cubrir sus prestaciones por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales desciende a 600.646 a fecha 31 de octubre. Es el número más bajo desde que existe esta prestación, con un descenso en el acumulado del año del 3,8%.

A finales de diciembre de 2013 la cifra de autónomos que cotizaban voluntariamente para cubrir las prestaciones por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales era de 637.269 y a finales de 2014, de 623.940.

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo recoge una serie de datos en este sentido en una publicación reciente del Observatorio Estatal de Condiciones de Trabajo, en la que se muestra que solo 10.362 autónomos pidieron la prestación por accidente laboral, frente a 355.572 asalariados.

La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) considera que el motivo de esta disminución de cotizantes es la escasa información sobre este derecho de cotización voluntaria. Lo mismo sucede con el uso de esta prestación, puesto que los autónomos solo la solicitan en caso de imposibilidad absoluta de ejercer el trabajo.

La separación de cotizaciones entre la prestación por cese de actividad y la de accidente de trabajo, recientemente aprobada, puede hacer bajar aún más estas cifras según UPTA. Muchos autónomos podrían quedarse solo con la prestación por cese de actividad, puesto que es la de menor cuantía. La consecuencia sería una mayor desprotección para el colectivo de autónomos, especialmente en aquellos sectores de alta siniestralidad, como la construcción o el transporte.

Según Sebastián Reyna, Secretario General de UPTA, considera que por estos motivos “deberían estudiarse medidas que hagan más atractiva la protección, como la posibilidad de reducir los coeficientes reductores en la jubilación anticipada para los cotizantes de sectores de actividad con mayor riesgo y siniestralidad”. Además de una mejor información, sugiere Reyna, se debería reconocer de forma inmediata el accidente in itínere, que en este momento no está comprendido entre los beneficios de los autónomos que cotizan.